que hace 75 años se iba de esta tierra, con el dolor inmenso que dejaba aquella cruenta guerra atravesando su cuerpo y alma como un descarnado puñal, que señalaba al penetrarlo mientras decía... y decía... desde aquella, su extrema herida...
... y de él dijo, Pablo Neruda:
"Recordar a Miguel Hernández que desapareció en la oscuridad y recordarlo a plena luz, es un deber de España, un deber de amor. Pocos poetas tan generosos y luminosos como el muchachón de Orihuela cuya estatua se levantará algún día entre los azahares de su dormida tierra. No tenía Miguel la luz cenital del Sur como los poetas rectilíneos de Andalucía sino una luz de tierra, de mañana pedregosa, luz espesa de panal despertando. Con esta materia dura como el oro, viva como la sangre, trazó su poesía duradera. ¡Y éste fue el hombre que aquel momento de España desterró a la sombra! ¡Nos toca ahora y siempre sacarlo de su cárcel mortal, iluminarlo con su valentía y su martirio, enseñarlo como ejemplo de corazón purísimo! ¡Darle la luz! ¡Dársela a golpes de recuerdo, a paletadas de claridad que lo revelen, arcángel de una gloria terrestre que cayó en la noche armado con la espada de la luz!"
Y a su gran amigo, compañero del alma le dedicó antes aún que la guerra hiciera temblar hasta el último pezado de tierra de España, este poema
Elegia siempre me puso la piel de gallina, y me hizo ir a leer mas de este hombre y preguntarme como puede escribir asi'.Gracias por recordarlo
ResponderEliminarA mi me pasó y me pasa algo bastante similar a lo que contás, Javier.
EliminarGracias a vos por pasar.
No he leído a Miguel Hernández, conozco apenas su historia.
ResponderEliminarSi conozco bien la canción por Serrat. Y aproveché este post para escuchar los poemas por Francisco Curto, que me llevaron a reflexionar... ¡cuánto que uno se pierde a veces por no abrirse a nuevos rumbos!
Muy bueno. Creo que son excelentes las palabras de Neruda.
Voy a volver a escuchar el último audio. Y si me topo con algún libro de Miguel, se vendrá conmigo
Abrazo Daniel!
Viví la aparición de los primeros discos de Serrat, para mí los mejores, en vivo y en directo siendo chico y adolescente. Cuando aparece el de Miguel Hernández, coincide con mi apertura al mundo de la política y el prolegómeno de una ebullición como pocas de las que vivió el país.
EliminarImaginate como se vivía todo aquello. A poco el cruento asesinato de Víctor Jara a cargo de los carniceros que asolaron Chile quienes le dispararon 44 veces luego de fracturar sus manos.
Todo era muy fuerte e intenso entonces.
Abrazo amigo.
Me gusta muchisimo La nana de la cebolla: la mujer que en la guerra se alimenta "con sangre de cebollas" para amamantar a su chiquito. El disco de Serrat se nos encarnó en el cuerpo,a los de nuestra generación: somos los que somos tambien por esas canciones.
ResponderEliminarSin dudas, Nilda.
Eliminary de repente me acordé de esto....
ResponderEliminarLlegó con tres heridas:
la del amor,
la de la muerte,
la de la vida.
Con tres heridas viene:
la de la vida,
la del amor,
la de la muerte.
Con tres heridas yo:
la de la vida,
la de la muerte,
la del amor.
Si lo habré escuchado, cuanta ternura escrita en el sometimiento de la cárcel en las peores condiciones, emergiendo de la oscuridad brutal de semejante guerra.
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